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Vivir la Vida

“Porque el miedo a la muerte hace aferrarse a la vida unicamente
cuando esta ha transcurrido en una estéril y nostalgica espera
de alegrias no experimentadas” EFREMOV
La cita anterior hace que nos interroguemos sobre nuestra propia vida, que puede consistir en la larga espera de aquello que podría hacernos felices. Nostálgica espera de alegrias no experimentadas, que solo es interrumpida por la presencia de la muerte, que resignifica la vida como estéril. Hay una frase del refranero popular que dice que “la vida es para vivirla”, haciendo incapié en que la vida, el transcurrir de los minutos de nuestra corta existencia, no es sinónimo de vivirla, sentirla, disfrutarla.
Las personas (del griego persona es máscara o careta) no tomamos en serio el tema de la muerte, a menos que ésta se nos presente en algunas de sus formas; decimos que no le tenemos miedo a la muerte, como si este solo pensamiento exorcizara la inevitable exsistencia de la misma. A este mecanismo Freud lo llamo “negación”.
La existencia, el existir, no es sinónimo de vivir, ¿qué sería entonces vivir la vida?. No es entregarse a todo tipo de exesos, ya que éstos lo único que intentan es tapar el inmenso vacío que habita a cada sujeto. Y para tapar ese vacío estan las máscaras, como tambien los estimulantes, y demas drogas adictivas. Esa que posiblemente guarda en su mesa de luz, pensando que porque es de uso “legal”, justifica su ab-uso.
Para vivir la vida tuvimos que, en algún momento, haber sentido la sensación de la desolación, la del vacío, para el que no hay palabras porque es mudo, y que nos conmueve de tal forma que nos desconocemos, allí algo se rompe para siempre, el velo que nos ocultaba se desgarra, el telón se corre.
Muerte es uno de los nombres de dicho vacío, pero no es el único. Sobre la muerte se han dicho muchas cosas, intentando llenar de palabras, de respuestas, que colmen- calmen esa profunda angustia de la que queremos escapar.
Vivir la vida, pero sin negar o tapar ese vacío sin-sentido.
Vivir la vida nos habla de un sujeto con ganas de seguir, con deseos de descubrir en cada recodo del vivir causas que lo precipiten. SUJETO DEL DESEO, y con mayúsculas. Como ese paciente que con gran sacrificio e intrepidez, deja caer la estupidez de la ignorancia, y se arroja sin paracaidas a la vida.

Si UD. desea realizar alguna consulta o sugerencia, los teléfonos son: 001-203-942-5246 para llamadas fuera de USA,o escribenos a naranjal-miciudad@hotmail.com Desde ya muchas gracias y hasta la proxima.
Att: Danny Rivera

Del Amor, La Neurosis, y el Deseo

“¿Por amor a quien tendría que callarme?.
¿Por amor a quien tendría que disimular la historia de mi vida?.
¿A quien tendría que evitar sufrimiento con mi silencio? FRITZ ZORN

En una sesión se trata de hablar, de decir, de involucrarse subjetivamente con lo dicho, y también con lo no dicho, porque hasta el silencio tiene su espacio.
La monotonía de la vida cotidiana, esta plagada de prejuicios que se poseen y aprisionan a los sujetos para no cambiar, para seguir siendo idénticos a sí mismos. Ese “si mismo”, es esa persona que se intenta ser para resultar amable a la vista del Otro.
Intento siempre fallido, identidad que en ocasiones es puesta en jaque, dividiéndonos, haciéndonos sentirnos desconocidos a nosotros mismos, cuando el Otro de nuestro amor nos la quita de repente y sin previo aviso.
Y se es siempre para Otro, póngale el nombre que más le guste, Otro que no es un cualquiera, o por lo menos es lo que creíamos hasta ese día. Aquel en quien confiábamos, ese que nos reconocía como... , o nos tomaba en cuenta para...
Convertirse en “eso” que el Otro quiere no es tarea fácil. Para saber lo que el Otro desea hay que poseer la inquietud de indagar a ese Otro acerca de lo REAL de su deseo. Y es aquí donde fracasan la mayoría de las parejas. Parecería que la “solución” que encuentran, para responder a la pregunta ¿Qué es lo que quiere?, No resulta de interrogar el deseo del Otro, sino más bien lo que se intenta es ignorarlo, evitarlo.
Así se in-vive entre suposiciones, suponemos que ese Otro, que nos interesa, quiere que seamos de tal o cual forma, sin indagarlo, buscando la respuesta en nuestro “sí mismo”. Y nos sometemos al capricho de ese Otro que ahora es interno. Como si no nos diéramos cuenta que el tirano es ese que llevamos dentro.
Pero detrás, o por debajo de eso que tratamos de significar para ese Otro, por el que deseamos ser amados, se halla oculto ese sujeto que busca vivir, desear, sentir, y que sufre aplastado, sin poder manifestarse. Preso de un “deber ser”. Porque para vivir la vida no hay que entregarse a todo tipo de excesos, no se trata de eso, sino más bien todo lo contrario, no es la búsqueda del placer total, es el encuentro con esa falta inconmensurable que nos habita y para la que no hay respuestas fáciles, y con la que tenemos que a-prender a con-vivir. El trabajo con-siste en dejarse sorprender, apartando por un instante esas respuestas que nos dábamos nosotros mismos para no saber. El deseo de saber es la apuesta a lo NUEVO.
Y que nos guíe el deseo.

Suerte hasta la proxima Dr Jhade Riverpoll